Por Culinaria Mente
El cóctel «terremoto» es una de las bebidas más icónicas de Chile, especialmente consumido durante las Fiestas Patrias, aunque disponible todo el año, destacando por sabor agridulce y refrescante, perfecto para celebrar con la familia o los amigos.
¿Cómo preparar un terremoto?
Preparar un cóctel terremoto es fácil y rápido, con una base de vino Pipeño (un vino chileno con Denominación de Origen), helado o sorbete de piña a base de agua y finalmente un toque de fernet o granadina, dependiendo si lo prefieres mas amargo o más dulce.
Información nutricional
Cada ración de terremoto contiene aproximadamente 300 kcal, 35 g de carbohidratos, 7 g de grasas, 2 g de proteínas, 0.5 g de fibra, 25 g de azúcares, 15 mg de colesterol y 120 mg de sodio.
Receta de cóctel terremoto chileno
Preparación: 5 minutos
Raciones: 1 persona
Ingredientes
- 250 ml de vino blanco semidulce
- 100 g de helado de piña
- 30 ml de granadina o fernet
- 1 toque de de licor amargo
Instrucciones
- En un vaso grande y firme añadir 2 a 3 cucharadas grandes de helado de piña y rellenar con el vino pipeño hasta unos 2 centímetros del borde y el helado comience a flotar.
- Vierte un chorrito a gusto de granadina (si lo prefieres mas dulce) o fernet (mas amargo) y opcionalnente un toque de licor Araucano (una especie de Jägermeister chileno).
- Coronar con una pajilla y revolver para integrar aromas y sabores antes de servir, sólo o acompañado de algunos aperitivos como sopaipillas o empanadas chilenas.
Origen del terremoto
Según cuenta la leyenda, tras uno de los grandes terremotos en Chile en la década de los 80′, visitantes extranjeros que llegaron el bar La Piojera fueron sorprendidos por la intensidad deesta preparación, que los hacía sentir como si el piso realmente se estuviera moviendo.
¿Sabías qué?
Existe algunas variantes del cóctel dependiendo del orden de consumo, como la «réplica», que es basicamente un teremoto mas pequeño, así como el «tsunami», que lleva un toque de menta para añadir un color que evoca las marejadas oceánicas posteriores a un terremoto.