Por Culinaria Mente
El mousse de maracuyá en licuadora es un postre ideal para quienes buscan una receta sencilla, refrescante y exótica que con su textura suave y su sabor tropical lo convierten en el cierre perfecto de una comida especial.
¿Cómo preparar mousse de maracuyá?
Esta versión simplificada del mousse de maracuyá se prepara utilizando la licuadora, lo que reduce significativamente el tiempo de preparación y mantiene todo el sabor tropical característico.
Información nutricional
Cada ración de mousse de maracuyá en licuadora contiene aproximadamente 350 kcal, 43 g de carbohidratos, 17 g de grasas, 5 g de proteínas, 1 g de fibra, 43 g de azúcares, 45 mg de colesterol y 85 mg de sodio.
Receta de mousse de maracuyá en licuadora
Preparación: 10 minutos
Raciones: 4 personas
Ingredientes
- 1 taza de pulpa de maracuyá
- 1 lata de leche condensada
- 1 lata de crema de leche o nata
- 1 cucharada de gelatina sin sabor
- 3 cucharadas de agua fría
Instrucciones
- Hidrata la gelatina sin sabor en las 3 cucharadas de agua fría y reserva por 5 minutos. Coloca la pulpa de maracuyá en la licuadora y procesa brevemente para separar las semillas. Cuela la pulpa y reserva algunas semillas para decoración si deseas.
- Calienta la gelatina hidratada en el microondas por 15 segundos o a baño maría hasta que se disuelva completamente. En la licuadora, combina la leche condensada, la crema de leche y la pulpa de maracuyá colada.
- Con la licuadora en marcha, agrega la gelatina disuelta y mezcla hasta integrar completamente. Vierte la mezcla en copas individuales o en un molde grande. Refrigera por al menos 4 horas o hasta que esté firme. Decora con pulpa fresca de maracuyá y semillas antes de servir.
Historia y origen
El mousse de maracuyá es originario de Brasil, país conocido por su amor hacia el maracuyá o “fruta de la pasión”, muy común en postres de ese país debido a su sabor ácido y aromático, que combina perfectamente con la dulzura de ingredientes como la leche condensada y la crema de leche.
¿Sabías qué?
El maracuyá, conocido también como fruta de la pasión, debe su nombre a la forma de su flor, que se asemeja a los símbolos de la Pasión de Cristo según los primeros misioneros españoles en América.