Por Culinaria Mente
La lasaña de pollo es una versión más ligera y versátil de la clásica lasaña de carne, ideal para quienes buscan una opción igualmente deliciosa, pero con un toque diferente perfecto para compartir en familia.
¿Cómo preparar lasaña de pollo?
Comenzarás cocinando el pollo y los champiñones, luego prepararás una salsa cremosa y finalmente armarás las capas con las láminas de pasta y el queso.
Información nutricional
Cada ración de lasaña de pollo contiene aproximadamente 450 kcal, 30 g de proteínas, 18 g de grasas totales (8 g de grasas saturadas), 90 mg de colesterol, 35 g de carbohidratos, 5 g de azúcares y 800 mg de sodio.
Receta de lasaña de pollo casera
Preparación: 30 minutos
Cocción: 40 minutos
Raciones: 6 personas
Ingredientes
- 500 g de pechuga de pollo cocida
- 200 g de champiñones laminados
- 12 láminas de pasta para lasaña
- 2 dientes de ajo picados
- 2 tazas de salsa bechamel
- 1 cebolla mediana picada
- 1 taza de queso mozzarella rallado
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita de tomillo seco
- ½ taza de queso parmesano rallado
- Sal
- Pimienta
Instrucciones
- Precalentar el horno a 180°C. En una sartén grande, calentar el aceite de oliva y sofreír la cebolla y el ajo hasta que estén tiernos. Añadir los champiñones laminados y cocinar hasta que suelten su agua y se doren ligeramente.
- Incorporar el pollo desmenuzado, el tomillo, sal y pimienta. Mezclar bien y retirar del fuego. En un molde para horno, colocar una capa fina de salsa bechamel en el fondo. Colocar una capa de láminas de pasta, seguida de una capa de la mezcla de pollo y champiñones y luego otra de salsa bechamel.
- Repetir el proceso hasta terminar con una capa de pasta. Cubrir la última capa de pasta con salsa bechamel y espolvorear los quesos mozzarella y parmesano. Hornear durante 30-40 minutos o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante. Dejar reposar 10 minutos antes de servir para que la lasaña se asiente.
Historia y origen
La lasaña es un plato tradicional italiano que se remonta a la Edad Media, aunque su versión moderna con tomate y queso se popularizó en el siglo XIX. La lasaña de pollo es una variación más reciente, creada para ofrecer una alternativa más ligera a la clásica lasaña de carne.
¿Sabías que?
Se cree que su nombre proviene de la palabra griega «lasanon», que se refería a un tipo de olla utilizada para cocinar. Además, la lasaña de pollo es una excelente opción para aprovechar sobras de pollo asado o cocido.