Receta de coquito puertorriqueño: Bebida navideña tropical

El coquito puertorriqueño es una bebida tradicional que se disfruta durante las festividades navideñas en Puerto Rico, de sabor dulce y cremoso, junto con un toque de ron y especias.

¿Cómo preparar coquito puertoriqueño?

Preparar coquito es bastante sencillo y rápido. La mezcla de ingredientes se licúa hasta obtener una textura suave y cremosa. Luego, se deja reposar en el refrigerador para que los sabores se integren perfectamente.

Información nutricional

Cada ración de coquito puertorriqueño contiene aproximadamente 250 kcal, 5 g de proteínas, 15 g de grasas totales (10 g de grasas saturadas), 30 g de carbohidratos (25 g de azúcares), y 50 mg de sodio.

Receta de coquito puertoriqueño

Preparación: 10 minutos
Raciones: 8 personas

Ingredientes

  • 1 taza de leche de coco
  • 1 taza de leche condensada
  • 1 taza de crema de coco
  • 1 taza de ron blanco
  • ½ taza de leche evaporada
  • 1 cucharadita de canela
  • 1 cucharadita de vainilla
  • ¼ cucharadita de clavo de olor
  • Pizca de sal
  • Ramitas de canela (decoración)
  • Coco picado (opcional)

Instrucciones

  1. En una licuadora, combinar la leche de coco, leche condensada, crema de coco, leche evaporada, ron blanco, canela en polvo, extracto de vainilla, clavo de olor en polvo y una pizca de sal.
  2. Licuar a alta velocidad hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Verter el coquito en una botella o frasco con tapa y refrigerar por al menos 2 horas para que los sabores se mezclen bien y la bebida esté bien fría.
  3. Agitar bien antes de servir y disfrutar frío, coronado con una pizca de canela en polvo y opcionalmente una ramita de canela entera y coco picado.

Origen del coquito

El coquito puertoriqueño tendría ss raíces en el eggnog, una bebida estadounidense de origen medieval que combina leche, huevo, azúcar y especias, la cual habría sido adaptada Puerto Rico incorporando ingredientes locales como el coco y el ron.

¿Sabías qué?

Su popularidad no se consolidó hasta la década de 1950, cuando la refrigeración se volvió más común en los hogares puertorriqueños, permitiendo la conservación de la bebida.

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